Ya estoy aquí con un nuevo término originario de Francia y que se utiliza para denominar una de las recetas más versátiles de cuantas se pueden encontrar en el mundo de la gastronomía: la quiché.
La quiché es una tarta salada que puede tener una gran variedad de rellenos, que tiene tres puntos en común para ser denominada como tal: una base de masa quebrada, nata y huevos batidos, que es la receta base y se denomina Quiché Lorraine debido a su origen en la región francesa de Lorena.
Variantes de la quiché
A la receta clásica se le han ido añadiendo todo tipo de ingredientes. Primero fue el queso, más tarde el beicon y a día de hoy, se pueden encontrar versiones con todo tipo de carnes y verduras. Cada una de las variantes recibe una denominación diferente en función de la región que representa.
Otras variaciones cambian alguno de los ingredientes principales. Por ejemplo, la masa quebrada puede ser sustituida por hojaldre, y la nata por yogur. En cualquier caso, en lugar de quichés se tienen que llamar tartas saladas.
Aunque los más puristas renuncian a la idea de utilizar masa quebrada preparada y abogan por hacer la receta completa desde el origen, elaborando la masa a mano, en el mercado se pueden encontrar muchas marcas de masas frescas con las que se pueden preparar quichés en muy poco tiempo, de modo que pueden ser una muy buena alternativa.
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