Desde hace algún tiempo me estoy interesando por llevar una alimentación más saludable. No significa que me esté pasando al veganismo o algo parecido, sino a cuidar más lo que comemos. Y como soy muy de comentar mis ideas, he decidido comenzar una nueva serie dedicada a algunos alimentos que consumimos a menudo, pero que no siempre son lo que parecen.
El primer episodio está dedicado al queso rallado. Y es que no todo lo que comemos bajo este nombre es lo que dice ser.
Antes de continuar quiero aclarar que no soy nutricionista, aunque para elaborar estos artículos he consultado información de diversos medios especializados.
Cómo identificar qué es queso rallado (y qué no lo es)
La mejor manera de saber si lo que tienes en la mano es queso rallado, es mirar la denominación. Debido a que la legislación no permite identificar alimentos como lo que no son, en algunos paquetes no verás la palabra "queso" en el frontal, puede que veas palabras como "mix", "fundido" o "rallado" de forma directa.
Esto significa que el interior de la bolsa no es todo queso. Como mucho es una mezcla con algo de queso, a la que se le añaden cosas como grasas vegetales (incluido el aceite de palma), mantequilla o almidones que se utilizan para darle la apariencia de queso rallado.
El "problema" de este producto es que a nivel nutricional deja bastante que desear. Tiene un exceso de grasas e incluso azúcares, por lo que no es recomendable abusar de ello.
Mira la lista de ingredientes para saber la cantidad de queso que hay en el paquete y cuánto son añadidos. Además, ahí es donde podrás encontrar la denominación legal del producto. En algunas verás cosas como:
- - "Especialidad alimentaria rallada a base de queso".
- - "Preparado rallado sabor a (el queso que sea)".
- - "Preparado lácteo (sabor al tipo de queso que emula)".
- - "Queso fundido rallado en hilo".
- - "Queso rallado".
Algunos de estos productos tienen potenciadores de sabor como el glutamato monosódico, o colorantes para que el preparado se parezca al queso de verdad. También puedes encontrar aditivos que si se consumen en exceso pueden tener efectos adversos.
La buena noticia es que puedes encontrar queso rallado de verdad, en proporción variable. Como es evidente, lo mejor es elegir un queso rallado 100%.
Una alternativa al queso rallado de bolsa
Puede parecerte una obviedad, pero hay una alternativa muy interesante si quieres un queso rallado delicioso y con mucho mejor contenido nutricional que las bolsas que encontrarás en el supermercado: comprar una cuña de queso, la que más te guste, y rallarla. Tendrás un buen queso rallado con todo el sabor y las propiedades del queso de verdad.
¿De qué otros productos te gustaría que hablara en esta serie? Te espero en los comentarios.