Francia es el país del mundo que más turistas recibe a nivel mundial, pero ahora busca quitarse de encima la reputación de ser desagradables con ellos, especialmente en los restaurantes. Para eso, y coincidiendo con la presentación de la guía Michelin 2015 en Francia, se han propuesto implantar cambios para que los visitantes se sientan a gusto y eleven de nuevo la gastronomía del país al primer puesto que hace décadas ocupó. Con ello buscan que quienes deciden viajar a París y otros lugares del país tengan una experiencia más agradable en todos los sentidos.
Apostando por el producto artesanal
Los alimentos artesanos, como los quesos tradicionales, los pasteles y otras especialidades han dado paso en muchos restaurantes a productos precocinados, como los croissants congelados o los vinos industriales.
Para volver de nuevo a los orígenes de la gastronomía francesa, se ha aprobado una etiqueta de calidad que indica que los alimentos están "hechos a mano" como signo diferenciador en los restaurantes que quieren atraer a los turistas gastronómicos que buscan estos alimentos clásicos.
En 2015, el número de restaurantes que cuentan en Francia al menos con una estrella en la guía Michelin supera los 600, aunque solo 12 cuenan con el máximo galardón.
¿Conseguirá Francia volver a ocupar el trono de la gastronomía, como hizo hace algunas décadas? ¿O las cosas ya no pueden volver a ser como antes y los cocineros españoles, así como otros estilos de cocina menos tradicionales seguirán en alza?