Desde que Marco Polo trajo de sus viajes la pasta que descubrió en China, los italianos se han enorgullecido de hacer sus platos de pasta con productos elaborados a mano: amasados, enrollados y formados de manera artesanal.
Pero todo esto podría cambiar de salir adelante el proyecto que uno de los productores más importantes a nivel mundial de pasta italiana, la firma Barilla, la cual ha anunciado que está trabajando con una firma holandesa con la que están probando la fabricación de pasta con la tecnología de las impresoras en tres dimensiones.
Pero todo esto podría cambiar de salir adelante el proyecto que uno de los productores más importantes a nivel mundial de pasta italiana, la firma Barilla, la cual ha anunciado que está trabajando con una firma holandesa con la que están probando la fabricación de pasta con la tecnología de las impresoras en tres dimensiones.
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El objetivo: Pastas personalizadas
El proyecto busca mejorar la velocidad de procesamiento de las diferentes piezas de pasta: hasta veinte piezas en tan solo dos minutos. Además, se busca la manera de vender la pasta en cartuchos que se cargarán en impresoras de comida para que los usuarios puedan realizar sus propias creaciones y diseños.
El jefe del proyecto que se centra en la parte de la maquinaria, Kjeld van Bommel, dijo a un diario holandés que la idea es que cuando alguien tiene una ocasión especial, como puede ser un aniversario por ejemplo, uno pueda sorprender a su pareja con un delicioso plato de pasta fresca con la forma de una rosa o de cualquier otra forma con la que hacer de la velada algo todavía más inolvidable.
¿Será este el final de los artesanos que elaboran la tradicional pasta fresca, o se trata solamente de una nueva moda pasajera como dicen los detractores de la comida impresa en tres dimensiones?