Seguro que muchos de vosotros sois seguidores del conocido programa MasterChef, del cual acaba de comenzar la segunda edición de la versión española. Y seguro que también estáis al tanto de las especiales condiciones que tienen algunos de los aspirantes a cocinero que están concursando, en especial un celíaco y una vegana.
Principalmente me llama la atención esta última debido sobre todo a que la cocina convencional tiene muy poco conocimiento acerca del movimiento vegano, sobre todo fuera de los círculos profesionales avanzados. Por eso me gustaría compartir con vosotros algunos apuntes acerca de este modo de vida que es mucho más que una forma de alimentarse.
Vegano y vegetariano: parecido, pero no igual
A pesar de que en ocasiones se les denomina vegetarianos estrictos, los veganos van mucho más allá que los vegetarianos en cuanto a sus costumbres. Los vegetarianos se limitan a la alimentación, mientras que los veganos rechazan de facto cualquier tipo de producto de origen animal, no solamente en su alimentación sino también en todo lo que usan, de modo que no llevan puesta ninguna prenda de cuero, lana, seda o de ese tipo.
En cuanto a la comida, los veganos no consumen nada que se haya obtenido como resultado de matar o utilizar a un animal, de modo que la leche, los huevos, el queso y hasta la miel están fuera de la dieta vegana, aparte claramente de las carnes y los pescados.
Para sustituir las proteínas animales se utilizan alimentos de origen vegetal como el tofu y el seitán, productos que parecen muy novedosos pero que en realidad se llevan consumiendo desde antes que la carne, sobre todo en países orientales, en los que los alimentos procesados llevan siglos formando parte de la vida y la gastronomía.
Una opción como otra cualquiera
Quizás pienses que se trata de una moda estrafalaria que no tardará en pasar, pero lo único que ha sucedido es que esta corriente ha saltado a la palestra desde hace algún tiempo, y con la llegada de Celia al concurso este movimiento acaba de ponerle cara. Pero que nadie se piense ni que todos los veganos son como ella ni que los consumidores de carne nos vamos a extinguir.
Es cierto que hay mucha beligerancia por parte de algunos veganos y mucho cachondeo del otro lado. Pero si nos ponemos cada uno en la piel del otro, tal vez consigamos llegar a un punto de equilibrio. Por ejemplo, ¿los que comemos carne alguna vez hemos comido productos macrobióticos? Puede que incluso nos guste.
Eso sí, que nadie se piense que el que escribe se va a pasar al lado vegetal, porque la carne me gusta tanto que no tengo intención de renunciar a ella. Y del pescado, tampoco.