Después de viajar a París quedamos tan encantados con lo que vimos en esta ciudad que me prometí a mí mismo que no volvería nunca más, a no ser que fuera para quedarnos a vivir allí. No sé si podré cumplir esa promesa, pero de lo que sí estoy convencido es de que en la ciudad se respira un ambiente especial.
He querido darle un toque gastronómico y hablar de París desde un punto de vista más culinario. No en vano, la ciudad de la luz lo es también de la alta gastronomía, y fue epicentro de la cocina de vanguardia durante décadas, cuyo rastro aún queda vigente en sus calles.
Comer para todos los bolsillos
La oferta gastronómica de París es tan variada que se puede ajustar a cualquier presupuesto. Desde comprar Sushi en un supermercado de barrio (de una conocida marca francesa de la que no hace falta hablar) hasta reservar mesa en un restaurante con tres estrellas, algunas de las recomendaciones que me permito daros es:
Crêpes en las calles de la ciudad
Los puestos ambulantes están muy de moda, y París cuenta con una buena cantidad de ellos. Destacan principalmente los que preparan crêpes, tanto dulces como salados. Uno de los más interesantes es el que hay en los Jardines de Luxemburgo, en pleno Barrio Latino y un pulmón verde en el que sentarse a descansar mientras se degusta el bocado.
Un café en alguna plaza
Más que comer, es el colofón a un paseo por la ciudad después de disfrutar de una caminata.
Montparnasse, Montmarte o la Plaza de la República cuentan con innumerables terrazas y cafeterías en las que tomarse algo como un café o un pedazo de pastel.
También puedes entrar en alguna cadena de comida rápida, aunque para eso no hace falta viajar a París, ¿verdad?
El restaurante de la Torre Eiffel o el del Museo de Louvre
Después de pasear por los jardines de Trocadero o visitar el Louvre podemos hacer una parada en algunos lugares que realmente merecen la pena visitar.
El restaurante de la Torre Eiffel, que lleva el nombre del popular visionario Jules Verne, tiene como principal atractivo que está en la segunda planta de la torre y tiene unas fascinantes vistas de la ciudad desde las alturas.
En el Louvre hay varias opciones. Un de ellas es el Bistrot Richelieu, que también goza de unas fascinantes vistas.
Propuestas de alta cocina
Hablar de París y de restaurantes de alta cocina sigue yendo de la mano, por lo que las propuestas con restaurantes "estrellados" no pueden estar fuera de este paseo por París.
Claro está, para poder acceder a algunos de ellos hay que reservar con antelación, de modo que si quieres cenar en Le Pré Catelan o en Le Meurice Alain Ducasse será mejor que te informes de cuándo tendrán mesa cuando organices el viaje.
Especialidades
Hay algunos productos clásicos que nos puedes dejar de probar cuando visites París. Seguro que has oído hablar de los croissant, las baguettes y los macarons, y la verdad es que no puedes dejar de probar ninguna. Los dos primeros los encontrarás en cualquier boulangerie (pastelería), mientras que para los macarons, particularmente prefiero los de Pierre Hermé, en los que algunos días concretos del año puedes encontrar sabores exclusivos. Realmente merece la pena.
Y hasta aquí el paseo por París. Pero te aviso: si finalmente te animas a ir, hay muchas otras cosas que encontrarás, y el riesgo de querer quedarte a vivir allí es más que evidente.
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