Muchas veces nos encontramos con productos que tienen unas características tan similares que pensamos que son iguales. Es lo que pasa con el emperador, uno de los pescados más apreciados por cocineros y comensales.
Si quieres saber qué lo diferencia de otros pescados parecidos, como el pez espada y otro tipo de animales, sigue leyendo.
El emperador
El emperador (Lavurus Imperialis) se pesca en el Mediterráneo y suele alcanzar precios bastante altos. Por ello en las pescaderías se vende fresco, y son los restaurantes de categoría los que lo compran con mayor frecuencia.
Encontrar emperador en grandes superficies es bastante difícil. En estos establecimientos se venden otras especies bajo este nombre, aunque en realidad se trata de otros pescados.
La mejor manera de cocinarlo es a la plancha o a la parrilla, con tiempos cortos de cocción para que no se reseque. Su marcado sabor hace que no se necesite mucha sal para realzarlo. Es perfecto para que los niños coman pescado, ya que no tiene espinas y la textura de un filete es parecida a la carne.
Pez espada
El pez espada (Xiphias Gladius) tiene mayor tamaño.
Hay ejemplares que pueden superar los 140 kilos, y se captura en zonas más profundas que el emperador, además de que se puede encontrar en todos los mares del mundo. Este se congela y llega al mercado a un precio más barato que el primero, lo que lo hace más atractivo para el consumidor doméstico.
Este pescado es una buena alternativa al emperador porque en la mesa se parecen mucho los dos. Sin embargo, si lo compramos congelado podemos encontrarnos con que su carne suelta mucha agua cuando la cocinamos, además de que tiene una textura menos compacta.
Por eso, si eliges esta alternativa económica es recomendable que compres el pescado fresco.
¿Estás buscando recetas con pescado? Puedes echar un vistazo a todas estas ideas para cocinar pescados de todo tipo, incluido el emperador o el pez espada.
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